COMPROMETIDOS CON LA EDUCACIÓN

La I.E. San Jose de Montería cuenta con un selecto equipo de docentes y directivos comprometidos con la calidad educativa de nuestros estudiantes. Actualmente, nuestro equipo se encuentra trabajando arduamente en pro de sacar adelante los procesos formativos, aun desde la distancia por el aislamiento preventivo por la pandemia mundial.



Filosofía







Unidad N° 2 El saber cómo una construcción del ser humano. 

Tema: Gnoseología: la verdad.

Indicador de desempeño: Explica las diversas teorías sobre el problema de la verdad, reconociendo sus principales planteamientos e importancia, así mismo reconoce que existen diferentes tipos de saberes.

Actividad N°1

De acuerdo con la lectura del texto que aparece a continuación responde las preguntas referenciadas al final del mismo.

Texto 1. La losofía como antídoto contra la superstición

«Una considerable ventaja que surge de la losofía consiste en el soberano antídoto que ella procura contra los males de la superstición y de la falsa religión. Todos los otros remedios contra esa pestilente enfermedad son inútiles o, por lo menos, de ecacia dudosa. El simple sentido común y el comercio con el mundo, que por solos sirven para la mayoría de los propósitos de la vida, son en esto inecaces. Incluso la alegría y la dulzura de temperamento, que sirven de bálsamo para casi todas las heridas, no proporcionan remedio alguno contra un veneno de tanta virulencia. Mas cuando la losofía toma posesión de nuestro espíritu, la superstición es eliminada de una vez por todas, y uno puede legítimamente armar que su triunfo sobre este enemigo es más completo que el que se logra sobre la gran mayoría de los vicios e imperfecciones inherentes a la naturaleza humana. Pero la superstición, al estar fundamentada en falsas opiniones, debe desvanecerse inmediatamente cuando la verdadera losofía ha sido capaz de inspirarnos sentimientos, dotados de una fuerza superior.»


Hume, D.: «Sobre el suicidio» en Sobre el suicidio y otros ensayos, Alianza, Madrid, 1988.

  1. a. ¿ Qué es una superstición? Busca en el diccionario su significado.
          b.¿ Crees que existen actualmente supersticiones? Cita alguna.

     2.  a. ¿Cuál es la idea fundamental del texto?
          
          b. ¿Que otros remedios contra la superstición apunta el autor y cuál es su grado de efectividad?

          c. ¿Qué razón aduce el autor para que la filosofía sea un remedio totalmente eficaz?

     3.  a. En el texto se refleja la oposición entre razón y superstición. ¿Cómo se denomina esa oposición en el momento inicial de la filosofía?
      
          b. ¿Por qué la filosofía es un antídoto contra la superstición?


Actividad 2

A partir de la lectura de la siguiente información y con la ayuda del diccionario filosófico realiza lo siguiente:


  1. Elabora un mapa conceptual sobre las teorías sobre el problema y la posibilidad de la verdad.
  2. Teniendo en cuenta la definición de la verdad que aparece en el diccionario filosófico, elabora un concepto sobre la verdad.
  3. ¿Cuál teoría sobre la verdad te parece más acertada? ¿Por qué?
  4. De acuerdo con las teorías sobre la posibilidad de encontrar la verdad, ¿crees que es posible encontrar la verdad? Argumenta tu respuesta.


El Problema de la verdad

Aunque cueste de creer, el término «verdad» no es unívoco. Desde un punto de vista moral se habla de verdad cuando se dice lo que se piensa, mientras que la mentira o falsedad indica que se dice lo contrario de lo que se piensa. Desde un punto de vista ontológico, lo verdadero es «lo que es»; lo falso, «lo que no es». En esta unidad reflexionaremos sobre la verdad desde el punto de vista gnoseológico o epistemológico. Desde esta perspectiva, generalmente se acepta que el término verdad y su correlativo, falsedad, se consideran una propiedad de los juicios y creencias: cuando lo que se dice o juzga concuerda con los hechos se considera que el juicio es verdadero, mientras que si no concuerda se califica como falso.

Tampoco esta es la única posibilidad de entender la verdad desde el punto de vista del conocimiento. La posibilidad de encontrar o no la verdad ha generado diversas posturas filosóficas (realismo, escepticismo, relativismo y sus respectivas variantes). Además, no se nos debe olvidar el impacto que ha producido la simbiosis tecnocientífica en todos los ámbitos de la sociedad y de la cultura, a nivel mundial.

1. Interpretaciones filosóficas de la verdad

La meta del conocimiento humano es alcanzar la verdad, descubrir «lo que es». Sin embargo, ese «lo que es» no se determina fácilmente; por ello, los diferentes sistemas filosóficos han ofrecido y siguen ofreciendo diversas interpretaciones de la verdad: como adecuación, como evidencia, como coherencia o como perspectiva.

A.           La verdad como adecuación o corresondencia

La idea de la verdad como adecuación tiene su origen en Aristóteles, se basa en la correspondencia del pensamiento con los hechos, es decir, entre el objeto y lo que el sujeto dice de él y se asienta en tres principios básicos:
•             Existe una realidad objetiva externa al pensamiento.
•             La verdad consiste en la concordancia pensamiento-realidad.
•             El conocimiento racional es la representación mental de los hechos y procesos de la realidad.

Por ejemplo, «El coche de Celia es azul» y «los abetos no son frutales» son dos juicios en los que el predicado afirma o niega algo del sujeto. Si la afirmación o la negación se corresponde con los hechos, es verdadera; en caso contrario, es falsa. En fin, la verdad ser dará cuando coincida la representación con lo que es ese objeto en realidad.
Entre los filósofos y científicos que defienden esta interpretación de la verdad hay que recordar a Aristóteles, para quien «la verdad es decir de lo que es, que es; y de lo que no es, que no es». En la Edad Media, Tomás de Aquino sigue la concepción aristotélica, al igual que en el siglo xx autores como Bertrand Russell o Ludwig Wittgenstein. Para este último las proposiciones con significado constituyen el mapa de la realidad, y son verdaderas cuando describen un estado de cosas existente y falsas cuando describen un estado de cosas que no existe.

B.            La verdad como evidencia

Descartes introduce el nuevo concepto de la verdad como evidencia. Según este filósofo, la razón tiene dos modos de conocer: la intuición* y la deducción*. La evidencia intelectual se da en la intuición; y claridad y distinción son los dos rasgos básicos que debe tener una idea para ser evidente.

En esto consiste justamente la evidencia: en la gran claridad y distinción de un juicio que se acepta como verdadero sin ningún tipo de duda. El primer principio de la filosofía cartesiana («pienso, luego existo») es un ejemplo perfecto de evidencia. Así, la verdad no consistiría en la adecuación del pensamiento con los hechos, sino que sería una mera propiedad de las ideas, al ser inherente a la mente.

C.            La verdad como perspectiva

La realidad en su totalidad es inabarcable desde una sola perspectiva, dado que existen muchos puntos de vista y cada uno de ellos ofrece una perspectiva única e irrepetible de la realidad. Como representantes de esta tendencia, destacan José Ortega y Gasset y Friedrich Nietzsche.

•             Perspectiva de Ortega y Gasset. Según Ortega, cada ser humano está inmerso en unas determinadas circunstancias que constituyen su perspectiva vital o visión sin¬gular de la realidad. La fidelidad a la propia perspectiva es lo que permite captar con mayor precisión la realidad. No obstante, es necesario admitir la complementariedad de las mismas para no caer ni en el relativismo individualista ni en el racionalismo. Para Ortega, la verdad consiste en saber dar cuenta de la realidad desde la perspectiva vital en la que nos encontramos, sin perder de vista que nuestra perspectiva se puede complementar con otras. La verdad es algo que se alcanza paulatinamente, a medida que se unifican perspectivas.

•             Perspectiva de Nietzsche. Este pretende destruir la creencia de que los conceptos representan esencias y mostrar que bajo ellos no se esconde ninguna verdad eterna. Para Nietzsche, no se puede demostrar ninguna vinculación natural entre las palabras y las cosas, ni entre los conceptos y las esencias de las cosas; las palabras no son más que metáforas artificiales de las cosas, y los conceptos son solo signos de las necesidades que tienen los seres humanos de apropiarse del mundo y establecer un orden sistemático de las cosas para dominarlas mejor. En función de esas necesidades individuales y sociales se interpreta la     realidad, que se manifiesta desde múltiples perspectivas. A veces, una de esas perspectivas se impone sobre las demás como la única verdadera y cobra un supuesto valor absoluto. Así pues, el entendimiento está al servicio de la voluntad de vivir y su función no es descubrir, sino encubrir con sagacidad y astucia las mentiras que él mismo fabrica para facilitar   la lucha por la vida.

D.           La verdad como coherencia. 

Esta teoría de la verdad fue planteada por Hegel, quien dice que un conocimiento nuevo es verdadero en la medida en que pueda ser insertado en el conjunto del conocimiento previo, es decir, en el sistema de conocimiento adquirido hasta entonces. Es decir, que para nosotros es posible aceptar algo como verdadero si podemos ubicarlo dentro de las cosas que ya tenemos por verdaderas.

Este concepto de verdad se convierte en criterio conceptual, ya que nada es verdadero o falso por sí mismo, solo adquiere valor y sentido de verdad cuando es posible agregarlo en nuestro contexto de cosas ya tenidas por ciertas. Cuando armoniza con el resto del sistema. Es el todo lo que es verdadero.

2.   Teorías sobre la posibilidad de encontrar la verdad.

A lo largo de la historia del pensamiento, los seres humanos siempre se han pregunta por la posibilidad de encontrar la verdad. Tres son las alternativas que han intentado responder a esa cuestión: escepticismo, realismo y relativismo.

A.  Escepticismo

El escepticismo pone en duda o, en su caso, niega la capacidad humana para obtener conocimientos firmes y seguros; lo máximo que puede conseguir son opiniones más o menos probables, pero nunca certezas indudables. Esta tendencia filosófica fue desa¬ rrollada por Pirrón de Elis, quien sostiene que el verdadero sabio debe abstenerse de juzgar para poder alcanzar la imperturbabilidad del alma, que es la única y auténtica felicidad. No obstante, la máxima expresión del escepticismo la había conseguido el sofista Gorgias de Leontini. En su libro Sobre el no ser o de la Naturaleza formula tres tesis encadenadas, absolutamente demoledoras: «Nada es»; «Si algo fuese, sería incog¬ noscible»; «Si algo fuera y se pudiera conocer, sería incomunicable».

B. Realismo

El realismo se puede definir como el conjunto de teorías que afirman la distinción ontológica entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, en la línea de que el objeto existe independientemente de la mente, tiene existencia propia, y determina el pensamiento en el acto de conocer. En el ámbito del realismo hay diferentes corrientes, como son el realismo ingenuo, el realismo absoluto y el realismo crítico.

•             Realismo ingenuo. El realismo ingenuo sostiene que percibimos los objetos de la realidad de una forma directa. Las cosas son tal como se muestran a los sentidos; es decir, la percepción de la realidad no es una propiedad representativa del sujeto perceptor, sino una cualidad del objeto percibido.

•             Realismo absoluto («realismo dogmático» o «dogmatismo»). Afirma que la razón humana puede llegar a conocer la esencia de las cosas y, por lo tanto, el conocimien¬to puede alcanzar verdades absolutas e inmutables.

•             Realismo crítico. Sostiene que la verdad como conocimiento objetivo es un ideal hacia el que caminamos gracias al avance de la ciencia. Supone que ciertamente nunca tendremos certeza absoluta de su verdad; pero sí podemos observar si nuestro conocimiento reproduce cada vez con más acierto los modos y las características de la naturaleza. La ciencia caminaría, pues, hacia teorías* cada vez más verdaderas aun sabiendo que las verdades absolutas son ideales utópicos. 

C.            Relativismo
El relativismo es una actitud filosófica que niega la existencia o posibilidad de cono¬cimientos universales absolutamente verdaderos porque el conocimiento depende inevitablemente del punto de vista de los sujetos cognoscentes. Presenta tres corrientes:

•             Relativismo subjetivista. Propuesto por los sofistas, entre ellos, Protágoras de Abdera. Al no encontrar un criterio absoluto de verdad, recurre a la propia subjetividad como criterio y afirma: «Lo que a mí me parece verdad, eso es verdad para mí. Lo que a ti te parece verdad, eso es verdad para ti, porque tú eres hombre y yo también lo soy».

•             Relativismo social. Surge con Émile Durkheim, que defiende que el individuo es modelado por su entorno social. Su conciencia es reflejo de la sociedad, que le impo¬ ne sus normas, valores y creencias. La verdad es relativa a cada sociedad.


•             Relativismo cultural. Su máximo representante es Oswald Spengler, que defiende que cada cultura tiene su propia «alma»: su modo propio de sentir, juzgar y valorar. La verdad es relativa a cada cultura y el individuo es reflejo del alma de su cultura.


Actividad N°3

Texto 2. La verdad, adecuación entre pensamiento y realidad.

Parece evidente que si no hubiera creencias no podría haber falsedad, ni verdad, en el sentido en que la verdad es correlativa de la falsedad. Si imaginamos un mundo de pura materia, en este mundo no podría haber lugar para la falsedad, y aunque contuviera lo que podemos denominar “hechos”, no contendría algo verdadero, en el sentido en que lo verdadero es de la misma especie que lo falso. En efecto: la verdad y la falsedad son propiedades de las creencias y de las afirmaciones; por consiguiente, un mundo de pura materia, puesto que no contendría creencias ni afirmaciones, no contendría tampoco verdad ni falsedad. Pero, en contra de lo que acabamos de decir, es preciso observar que la verdad o la falsedad de la creencia dependen siempre de algo que es exterior a la creencia misma. Así, aunque la verdad y la falsedad sean propiedades de las creencias, son propiedades que dependen de la relación de las creencias con otras cosas, no de ciertas cuali¬dades internas de las creencias. El tercero de los requisitos mencionados nos lleva a la adopción del punto de vista el más común entre   los filósofos según el cual la verdad consiste en una cierta forma de correspondencia entre la creencia y el hecho.»
Russell, B.: Los problemas de la filosofía, Labor, Barcelona, 1983.

1.            Imagina un mundo donde solo existiera pura materia.
¿Existirían la verdad y la falsedad? Argumenta tu respuesta.

2. a. Busca sinónimos del término «creencias» y del término «verdad».

 b. Según el texto, ¿qué relación hay entre las creencias y la verdad? ¿En qué consiste la verdad?


:::::Nota:::::  

Todas las actividades deben ser trabajadas en el cuaderno.  Los mapas conceptuales pueden ser elaborados en hojas de blogs.
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DETENER LA PROPAGACIÓN DEL COVID 19 ES UN COMPROMISO DE TODOS
GUIA DE TRABAJO EN CASA
Área y/o asignatura: Filosofía                      Grado: 10°           Curso:  1,2,3                     Período Académico:  II        

FECHA: 20 de abril al 8 de mayo                                                                         DOCENTE: Amalia Morelo Paternina

NOMBRE DE LA UNIDAD: El saber cómo una construcción del ser humano.         

Propósitos de aprendizaje:
Explicar las diversas teorías sobre el problema de la verdad, reconociendo en cada una de ella sus principales planteamientos e importancia.


Contenidos temáticos:
Gnoseología: la verdad.
1.       ¿Qué es la verdad?
2.       Las teorías de la verdad.
Sugerencias para el desarrollo de la guía y aprendizaje en casa
La guía debe ser desarrollada a partir de los conocimientos previos del estudiante y de las lecturas que se sugieren a continuación. Las actividades propuestas pueden ser resueltas en el reverso de las hojas y, si es necesario, se le pueden anexar hojas de block. Además, es importante leer detenidamente y buscar los significados de las palabras desconocidas para hacer una mejor comprensión de lo leído. Para responder algunos interrogantes se pueden apoyar en el diccionario filosófico.
MOMENTO 1 : EXPLORACIÓN DE SABERES PREVIOS
1.     Reflexión:

La esperanza

La vida está hecha de millones de momentos vividos de mil maneras distintas o diferentes. Algunos buscamos amor, paz, armonía, comprensión, ternura. Otros sobrevivimos día a día, semana a semana, mes a mes, y de año a año. Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos con alegría, que la vida, con sus constantes alegrías, y sus penas, debe ser vivida a plenitud día a día. La esperanza ese sentimiento que experimentamos cuando las cosas no van bien y nos llega ese presentimiento o fe de que las cosas mejoraran o irán por mejor camino en un tiempo indefinido, pero antes de que ocurra lo peor. La esperanza, esa confianza en que ocurrirá o se logrará lo que deseamos, puede ser una gran motivación y como dice esa vieja y conocida frase popular “La esperanza es lo último que se pierde “. El estar esperanzados de que lograremos nuestros objetivos es algo muy importante, pero debemos de tener cuidado de que esta esperanza no se convierta en un refugio para no tomar las acciones necesarias que contribuyan a resolver nuestros objetivos.


2.     Teniendo en cuenta la reflexión, explica con tus propias palabras a qué te invita.

3.     De acuerdo con la lectura del texto 1 que aparece a continuación responde las preguntas referenciadas al final del mismo.
       Texto 1. La losofía como antídoto contra la superstición
«Una considerable ventaja que surge de la losofía consiste en el soberano antídoto que ella procura contra los males de la superstición y de la falsa religión. Todos los otros remedios contra esa pestilente enfermedad son inútiles o, por lo menos, de ecacia dudosa. El simple sentido común y el comercio con el mundo, que por sí solos sirven para la mayoría de los propósitos de la vida, son en esto inecaces. Incluso la alegría y la dulzura de temperamento, que sirven de bálsamo para casi todas las heridas, no proporcionan remedio alguno contra un veneno de tanta virulencia. Mas cuando la losofía toma posesión de nuestro espíritu, la superstición es eliminada de una vez por todas, y uno puede legítimamente armar que su triunfo sobre este enemigo es más completo que el que se logra sobre la gran mayoría de los vicios e imperfecciones inherentes a la naturaleza humana. Pero la superstición, al estar fundamentada en falsas opiniones, debe desvanecerse inmediatamente cuando la verdadera losofía ha sido capaz de inspirarnos sentimientos, dotados de una fuerza superior.»
Hume, D.: «Sobre el suicidio» en Sobre el suicidio y otros ensayos, Alianza, Madrid, 1988.
1. a. ¿Qué es una superstición? Busca en el diccionario su signicado.
 b. ¿Crees que existen actualmente supersticiones? Cita alguna.
2. a. ¿Cuál es la idea fundamental del texto?
  b. ¿Qué otros remedios contra la superstición apunta el autor y cuál es su grado de efectividad?
  c. ¿Qué razón aduce el autor para que la losofía sea un remedio totalmente ecaz?
3.  a. En el texto se reeja la oposición entre razón y superstición. ¿Cómo se denomina esa oposición en el momento inicial de la losofía?
MOMENTO 2: CONCEPTUALIZACIÓN
El Problema  de la verdad
Aunque cueste de creer, el término «verdad» no es unívoco. Desde un punto de vista moral se habla de verdad cuando se dice lo que se piensa, mientras que la mentira o falsedad indica que se dice lo contrario de lo que se piensa. Desde un punto de vista ontológico, lo verdadero es «lo que es»; lo falso, «lo que no es». En esta unidad reexionaremos sobre la verdad desde el punto de vista gnoseológico o
epistemológico. Desde esta perspectiva, generalmente se acepta que el término verdad y su correlativo, falsedad, se consideran una propiedad de los juicios y creencias: cuando lo que se dice o juzga concuerda con los hechos se considera que el juicio es verdadero, mientras que si no concuerda se calica como falso. Tampoco esta es la única posibilidad de entender la verdad desde el punto de vista del conocimiento. La posibilidad de encontrar o no la verdad ha generado diversas posturas losócas (realismo, escepticismo, relativismo y sus respectivas variantes). Además, no se nos debe olvidar el impacto que ha producido la simbiosis tecnocientíca en todos los ámbitos de la sociedad y de la cultura, a nivel mundial.
1. Interpretaciones filosóficas de la verdad
La meta del conocimiento humano es alcanzar la verdad, descubrir «lo que es». Sin embargo, ese «lo que es» no se determina fácilmente; por ello, los diferentes sistemas losócos han ofrecido y siguen ofreciendo diversas interpretaciones de la verdad: como adecuación, como evidencia, como coherencia o como perspectiva.
A.    La verdad como adecuación o correspondencia
La idea de la verdad como adecuación tiene su origen en Aristóteles, se basa en la correspondencia del pensamiento con los hechos, es decir, entre el objeto y lo que el sujeto dice de él y se asienta en tres principios básicos:
   Existe una realidad objetiva externa al pensamiento.
   La verdad consiste en la concordancia pensamiento-realidad.
   El conocimiento racional es la representación       mental de los hechos y procesos de la realidad.
Por ejemplo, «El coche de Celia es azul» y «los abetos no son frutales» son dos juicios en los que el predicado arma o niega algo del sujeto. Si la armación o la negación se corresponde con los hechos, es verdadera; en caso contrario, es falsa. En fin, la verdad ser dará cuando coincida la representación con lo que es ese objeto en realidad.
Entre los lósofos y cientícos que deenden esta interpretación de la verdad hay que recordar a Aristóteles, para quien «la verdad es decir de lo que es, que es; y de lo que no es, que no es». En la Edad Media, Tomás de Aquino sigue la concepción aristotélica, al igual que en el siglo xx autores como Bertrand Russell o Ludwig Wittgenstein. Para este último las proposiciones con signicado constituyen el mapa de la realidad, y son verdaderas cuando describen un estado de cosas existente y falsas cuando describen un estado de cosas que no existe.
B.    La verdad como evidencia
Descartes introduce el nuevo concepto de la verdad como evidencia. Según este lósofo, la razón tiene dos modos de conocer: la intuición* y la deducción*. La evidencia intelectual se da en la intuición; y claridad y distinción son los dos rasgos básicos que debe tener una idea para ser evidente.
En esto consiste justamente la evidencia: en la gran claridad y distinción de un juicio que se acepta como verdadero sin ningún tipo de duda. El primer principio de la losofía cartesiana («pienso, luego existo») es un ejemplo perfecto de evidencia. Así, la verdad no consistiría en la adecuación del pensamiento con los hechos, sino que sería una mera propiedad de las ideas, al ser inherente a la mente.

C.    La verdad como perspectiva
La realidad en su totalidad es inabarcable desde una sola perspectiva, dado que existen muchos puntos de vista y cada uno de ellos ofrece una perspectiva única e irrepetible de la realidad. Como representantes de esta tendencia, destacan José Ortega y Gasset y Friedrich Nietzsche.
  Perspectiva de Ortega y Gasset. Según Ortega, cada ser humano está inmerso en unas determinadas circunstancias que constituyen su perspectiva vital o visión sin­gular de la realidad. La delidad a la propia perspectiva es lo que permite captar con mayor precisión la realidad. No obstante, es necesario admitir la complementariedad de las mismas para no caer ni en el relativismo individualista ni en el racionalismo. Para Ortega, la verdad consiste en saber dar cuenta de la realidad desde la perspectiva vital en la que nos encontramos, sin perder de vista que nuestra perspectiva se puede complementar con otras. La verdad es algo que se alcanza paulatinamente, a medida que se unican perspectivas.
  Perspectiva de Nietzsche. Este pretende destruir la creencia de que los conceptos representan esencias y mostrar que bajo ellos no se esconde ninguna verdad eterna. Para Nietzsche, no se puede demostrar ninguna vinculación natural entre las palabras y las cosas, ni entre los conceptos y las esencias de las cosas; las palabras no son más que metáforas articiales de las cosas, y los conceptos son solo signos de las necesidades que tienen los seres humanos de apropiarse del mundo y establecer un orden sistemático de las cosas para dominarlas mejor. En función de esas necesidades individuales y sociales se interpreta la     realidad, que se maniesta desde múltiples perspectivas. A veces, una de esas perspectivas se impone sobre las demás como la única verdadera y cobra un supuesto valor absoluto. Así pues, el entendimiento está al servicio de la voluntad de vivir y su función no es descubrir, sino encubrir con sagacidad y astucia las mentiras que él mismo fabrica para facilitar   la lucha por la vida.
D.    La verdad como coherencia. Esta teoría de la verdad fue planteada por Hegel, quien dice que un conocimiento nuevo es verdadero en la medida en que pueda ser insertado en el conjunto del conocimiento previo, es decir, en el sistema de conocimiento adquirido hasta entonces. Es decir, que para nosotros es posible aceptar algo como verdadero si podemos ubicarlo dentro de las cosas que ya tenemos por verdaderas.
Este concepto de verdad se convierte en criterio conceptual, ya que nada es verdadero o falso por sí mismo, solo adquiere valor y sentido de verdad cuando es posible agregarlo en nuestro contexto de cosas ya tenidas por ciertas. Cuando armoniza con el resto del sistema. Es el todo lo que es verdadero.
3.       Teorías sobre la posibilidad de encontrar la verdad.
A lo largo de la historia del pensamiento, los seres humanos siempre se han pregunta por la posibilidad de encontrar la verdad. Tres son las alternativas que han intentado responder a esa cuestión: escepticismo, realismo y relativismo.

A.  Escepticismo
El escepticismo pone en duda o, en su caso, niega la capacidad humana para obtener conocimientos rmes y seguros; lo máximo que puede conseguir son opiniones más o menos probables, pero nunca certezas indudables. Esta tendencia losóca fue desa­ rrollada por Pirrón de Elis, quien sostiene que el verdadero sabio debe abstenerse de juzgar para poder alcanzar la imperturbabilidad del alma, que es la única y auténtica felicidad. No obstante, la máxima expresión del escepticismo la había conseguido el sosta Gorgias de Leontini. En su libro Sobre el no ser o de la Naturaleza formula tres tesis encadenadas, absolutamente demoledoras: «Nada es»; «Si algo fuese, sería incog­ noscible»; «Si algo fuera y se pudiera conocer, sería incomunicable».
B. Realismo
El realismo se puede denir como el conjunto de teorías que arman la distinción on­tológica entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, en la línea de que el objeto existe independientemente de la mente, tiene existencia propia, y determina el pensa­miento en el acto de conocer. En el ámbito del realismo hay diferentes corrientes, como son el realismo ingenuo, el realismo absoluto y el realismo crítico.
   Realismo ingenuo. El realismo ingenuo sostiene que percibimos los objetos de la realidad de una forma directa. Las cosas son tal como se muestran a los sentidos; es decir, la percepción de la realidad no es una propiedad representativa del sujeto perceptor, sino una cualidad del objeto percibido.
   Realismo absoluto («realismo dogmático» o «dogmatismo»). Arma que la razón humana puede llegar a conocer la esencia de las cosas y, por lo tanto, el conocimien­to puede alcanzar verdades absolutas e inmutables.
   Realismo crítico. Sostiene que la verdad como conocimiento objetivo es un ideal hacia el que caminamos gracias al avance de la ciencia. Supone que ciertamente nunca tendremos certeza absoluta de su verdad; pero sí podemos observar si nuestro conocimiento reproduce cada vez con más acierto los modos y las características de la naturaleza. La ciencia caminaría, pues, hacia teorías* cada vez más verdaderas aun sabiendo que las verdades absolutas son ideales utópicos.
C.    Relativismo
El relativismo es una actitud filosófica que niega la existencia o posibilidad de cono­cimientos universales absolutamente verdaderos porque el conocimiento depende ine­vitablemente del punto de vista de los sujetos cognoscentes. Presenta tres corrientes:
   Relativismo subjetivista. Propuesto por los sostas, entre ellos, Protágoras de Abdera. Al no encontrar un criterio absoluto de verdad, recurre a la propia subjetividad como criterio y arma: «Lo que a mí me parece verdad, eso es verdad para mí. Lo que a ti te parece verdad, eso es verdad para ti, porque tú eres hombre y yo también lo soy».
   Relativismo social. Surge con Émile Durkheim, que deende que el individuo es modelado por su entorno social. Su conciencia es reejo de la sociedad, que le impo­ ne sus normas, valores y creencias. La verdad es relativa a cada sociedad.
   Relativismo cultural. Su máximo representante es Oswald Spengler, que deende que cada cultura tiene su propia «alma»: su modo propio de sentir, juzgar y valorar. La verdad es relativa a cada cultura y el individuo es reejo del alma de su cultura.


A partir de la lectura de la anterior información y, con la ayuda del diccionario filosófico, realiza lo siguiente:
1.     Elabora un mapa conceptual sobre las teorías sobre el problema y la posibilidad de la verdad.
2.     Teniendo en cuenta la definición de la verdad que aparece en el diccionario filosófico, elabora un concepto sobre la verdad.
3.     ¿Cuál teoría sobre la verdad te parece más acertada? ¿por qué?
4.      De acuerdo con las teorías sobre la posibilidad de encontrar la verdad, ¿crees que es posible encontrar la verdad? Argumenta tu respuesta.
MOMENTO 3: APLICA Y RESUELVE
Texto 2. La verdad, adecuación entre pensamiento y realidad
Parece evidente que si no hubiera creencias no podría haber falsedad, ni verdad, en el sentido en que la verdad es correlativa de la falsedad. Si imaginamos un mundo de pura materia, en este mundo no podría haber lugar para la falsedad, y aunque contuviera lo que podemos denomi­nar “hechos”, no contendría algo verdadero, en el sentido en que lo verdadero es de la misma especie que lo falso. En efecto: la verdad y la falsedad son propiedades de las creencias y de las afirmaciones; por consiguiente, un mun­do de pura materia, puesto que no contendría creencias ni afirmaciones, no contendría tampoco verdad ni falsedad. Pero, en contra de lo que acabamos de decir, es preciso observar que la verdad o la falsedad de la creencia depen­den siempre de algo que es exterior a la creencia misma. Así, aunque la verdad y la falsedad sean propiedades de las creencias, son propiedades que dependen de la rela­ción de las creencias con otras cosas, no de ciertas cuali­dades internas de las creencias. El tercero de los requisitos mencionados nos lleva a la adopción del punto de vista —el más común entre   los filósofos— según el cual la verdad consiste en una cierta forma de correspondencia entre la creencia y el hecho.»
Russell, B.: Los problemas de la filosofía, Labor, Barcelona, 1983.

1.     Imagina un mundo donde solo existiera pura materia.
¿Existirían la verdad y la falsedad? Argumenta tu respuesta.
2. a. Busca sinónimos del término «creencias» y del térmi­no «verdad».
 b. Según el texto, ¿qué relación hay entre las creencias y la verdad? ¿En qué consiste la verdad?
    3. Observa la siguiente imagen y explica a qué teoría de la verdad corresponde.









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